Consecuencias negativas del autoritarismo en los hijos.
La mayoría de gente piensa que una crianza estricta con unos padres autoritarios y una dura disciplina harán que los niños sean más educados y que tengan un buen comportamiento. Desde un punto de vista externo, es posible que los niños de familias con crianza autoritaria parezcan niños más educados, obedientes y fáciles de manejar, parece que son niños que se adaptan y que hacen lo que se les dice. Son muchos padres que ven en esta obediencia instantánea una buena virtud.
Parece que los niños que obedecen gracias a una crianza autoritaria y estricta hace que la vida sea mucho más sencilla para ellos. Pero la realidad es que la disciplina autoritaria y unos padres muy estrictos tiene un alto precio que se tendrá que pagar a largo plazo.
¿Qué ocurre exactamente?
Si por un momento, somos capaces de ver más allá de la conducta externa y poner nuestro centro de atención en lo que está ocurriendo en el interior de los niños, podremos ver que el estilo de crianza autoritario puede tener graves consecuencias existenciales y psicológicos para los niños.
Hay investigaciones que muestran que los niños y niñas que crecen en familias autoritarias, son más propensos a sufrir baja autoestima e inseguridad.
De esta manera, aunque parezca que el comportamiento a corto plazo de que el niño o niña obedezca sin más, la realidad es que no es compensado por el daño psicológico que se le está haciendo a largo plazo y que necesitará mucha orientación profesional para poder revertir esas consecuencias tan negativas para su salud emocional.
Consecuencias en los niños de tener unos padres muy estrictos
Sentimientos de inferioridad
El sentimientos de inferioridad es debido a la sensación de que no están siendo respetados, ni escuchados, ni valorados ni tampoco comprendidos por sus padres. El hacer caso omiso constante a lo que los niños sienten les acarreará graves problemas emocionales. Los niños sienten que no son dignos de tener su propia voz en la vida, que su opinión no cuenta, que no son nadie con valor.
Baja autoestima
La baja autoestima se hace inminente porque los niños aprenden a que sólo se les muestra afecto cuando tienen un buen comportamiento. Piensan que sólo recibirán el cariño de sus padres cuando obedezcan porque sino serán castigados. De esta manera los niños no se sienten aceptados por lo que son, sólo por lo que hacen, entonces piensan que no merece la pena ser ellos mismos.
Se vuelven acosadores o víctimas
Cuando la crianza se basa en el miedo, los niños aprenden lo que viven y lo modelan. Si los niños viven con temor aprenderán a ser víctimas o acosadores. Si gritas, tus hijos gritarán, si ejerces la fuerza… ellos también lo harán.
Tendencia a la ira y a la depresión
Los niños que tienen unos padres muy estrictos, hace que sientan que hay una parte de ellos que no es aceptables y que sus padres no estarán a su lado para ayudarles a aprender o para hacer frente a los sentimientos difíciles que les impulsan a actuar de un modo u otro. Sienten que están solos y que sólo ellos pueden resolver sus sentimientos complicados, sin ayuda de nadie más que ellos.
- Otras consecuencias
Pero además de lo mencionado más arriba, también hay otras consecuencias que no se deben olvidar:
- Piensan que el poder siempre tiene la razón
- En la adolescencia se muestran rebeldes
- No confían en las personas
- Tienen dificultades para establecer vínculos afectivos con otros
- Pueden tener más problemas porque no tienen interiorizada la responsabilidad y la autodisciplina
- La relación entre padres e hijos estará gravemente dañada
Es necesario que los padres se den cuenta de que la crianza autoritaria y estricta, aunque parezca que es una buena decisión a corto plazo, a largo plazo además de traer problemas hará que los niños tengan graves problemas emocionales.
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